miércoles, 15 de septiembre de 2010

¿Qué es la Antropología y su historia?

"De todos los animales de la creación, el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir" (John Steinbeck).


Conceptos de «Antropología»
Antropología física: estudia las temáticas referentes a la paleontología, la genética de las poblaciones, las condiciones etno-ecológicas.
Antropología psicológica: estudia la conducta humana en su perspectiva psíquica o psico-somática, en sujetos normales o anormales, los temas de la para-psicología.
Antropología cultural: estudia los pueblos primitivos, sus costumbres, ritos, relaciones de parentesco, lenguaje, moral. Religión.
Antropología social: estudia las sociedades actuales, siendo muy afín a la Sociología.
Antropología filosófica: estudia al hombre desde el punto de vista de la filosofía.

Antropología teológica: estudia y explica lo que Dios ha revelado acerca del hombre.

El trasfondo histórico de la «Antropología»

El estudio del hombre ha transcurrido en su devenir histórico por los siguientes senderos:
A) En el mundo antiguo.
1. En Grecia surge el pensamiento filosófico cuando se le ocurre a alguien hacer la pregunta acerca del principio primero de las cosas; esta primera formulación de hace acerca de las cosas distintas del hombre. Es una referencia objetiva.
Fue Demócrito quien afirmó que el hombre era «un microcosmos», porque reúne todos los grados del ser. Lo que caracteriza al hombre, según Heráclito de Éfeso, es la percepción del logos, el sentido y la ley del mundo. Por la facultad de pensar el hombre puede percibir lo estable del mundo, según Parménides.
Pero los sofistas dudan de esa facultad del hombre, piensan más bien que el hombre mismo es la medida de todas las cosas. Sócrates defiende la idea de que el hombre está ligado a la verdad, por encima de todos los cambios del mundo sensible. Efectivamente, el hombre está ordenado por su espíritu al mundo inteligible, afirma Platón. El espíritu es el verdadero ser, lo demás es sólo apariencia. El alma, ser espiritual, procedente del mundo celeste, debe liberarse del cuerpo para realizar sus funcionen espirituales.
Aristóteles intenta comprender la unidad del hombre mediante su doctrina de la composición de los seres a base de materia primera y forma sustancial, hileformismo. Pero su estudio se llamará «Acerca del alma» y no «Acerca del hombre». El hombre se define por el elemento cognoscitivo. Este pensamiento no supera el dualismo alma – cuerpo.
2. El pensamiento cristiano de los primeros siglos aporta la idea de la importancia del individuo concreto, la idea de libertad y responsabilidad personal, la idea misma de persona. San Gregorio Niceno (+ 394) inicia entre los griegos el pensamiento filosófico, san Agustín (+ 430) hace lo mismo entre los latinos. Se acuña el concepto de persona. El hombre es el centro del universo, entre el mundo material y el espiritual, al cual pertenece por su espíritu.
Posteriormente dos escuelas desarrollarán estos conceptos iniciales, la franciscana y la tomista, que dan mayor valor a la voluntad o al entendimiento. La idea común es que el hombre se abre por su espíritu al ser y así es de alguna manera todas las cosas; está fundamentado en Dios, el ser absoluto e infinito.

B) En la Edad Moderna.
Lo que caracteriza la filosofía de la Edad Moderna es la orientación hacia el sujeto. En la antigüedad y en la Edad Media había prevalecido el pensamiento objetivo, que entra en crisis con los nuevos descubrimientos que se originan con le edad moderna. El nominalismo es la expresión de esta crisis.
El humanismo provoca un nuevo sentimiento vital, renueva la antigüedad clásica y se distancia de lo sobrenatural. Con la reforma se rompe la unidad de la fe única de la única iglesia. El mundo se piensa de otra manera, en el centro no está la tierra, sino el sol. El hombre no tiene un lugar asegurado en el cosmos. La realidad objetiva se ha hecho inconsistente. Ahora el hombre necesita preguntarse otra vez cuál es su propia razón. El hombre pasa a ocupar el centro, pero sólo como sujeto.
1. El guía del pensamiento en esta dirección es Descartes (1596-1650). Solamente queda el ego pensante. Con sus ideas innatas el ego puede alcanzar la verdad. El dualismo alcanza su cumbre más alta: el ego que piensa en un lado y el cuerpo (la cosa extensa) del otro; alma y cuerpo infinitamente distanciados.
El racionalismo reduce el ser del hombre al sujeto pensante, convertido en razón autónoma, luego el idealismo lo convertirá en razón absoluta.
Por otro lado, el empirismo inglés propone la experiencia sensible como único medio para llegar a la verdad, según la opinión de John Locke (1632-1704) y de David Hume (1711-1776). Reducen el conocimiento humano al área de lo sensible, preparando el camino al materialismo, que aparece con la Ilustración francesa. Ahora el hombre es sólo una cosa extensa. El materialismo mecanicista se alterna con la posición racionalista idealista.
2. Kant (1724-1804) intenta reconciliar ambas posiciones. La razón pura es la condición para la posibilidad del conocimiento objetivo. Entiende el mundo, el alma y Dios como ideas de la razón pura, aquí el hombre es el alma. Pero en el campo de la razón práctica hay que hacer otras preguntas: «¿Qué puedo yo saber? ¿Qué debo hacer? ¿Qué puedo esperar? ¿Qué es el hombre?». Las Respuestas de Kant: «A la primera pregunta responde la metafísica, a la segunda la moral, a la tercera la religión y a la cuarta le antropología, ya que las tres primeras preguntas están relacionadas con la última» (En Coreth, p. 59). Lo valioso del planteamiento es la pregunta, ¿qué es el hombre? Kant no desarrolla una antropología, limita el conocimiento del hombre a lo sensible.
El idealismo acude a superar tal limitación, pero sólo puede hacerlo ya convirtiendo al sujeto en Absoluto. Hegel será quien aclare que el yo finito se revela como manifestación del Espíritu absoluto. Aquí naufraga la individualidad del yo finito.
El hombre es así un ser racional, sin más, esa razón finita es absorbida en un acontecimiento espiritual infinito. Lo decisivo de este punto es la apertura de la cuestión: ¿qué es el hombre?
Las respuestas se pueden clasificar así: la respuesta del materialismo y evolucionismo, la respuesta del existencialismo y personalismo, la respuesta de la fenomenología y ontología del hombre.
3. Materialismo (siglos XVIII y XIX), el hombre es una realidad material como todas las cosas que existen. Inician este pensamiento los enciclopedistas, Diderot, Lametrie, D’Álembert, Holbach.
4. Positivismo. Augusto Comte (1788-1857) limita el conocimiento científico a los contenidos de la experiencia y la observación. Tuvo una fe ilimitada en el progreso. El hombre es un objeto de estudio natural empírico, psicológico y sociológico. El empirismo no hace manifestaciones metafísicas como el materialismo. Todos los procesos de la vida del hombre hay que entenderlos desde las fuerzas materiales.
5. Evolucionismo. Darwin crea una nueva imagen del hombre, es el resultado de un proceso evolutivo. Darwin se mantiene en el orden de una teoría científica sin pretensiones metafísicas. El alemán Haeckel (1834-1919) transforma la teoría evolucionista en una doctrina filosófica, explicativa de toda la realidad, hace materialista el evolucionismo.
Nietzsche (1844-1900) pretende que la evolución del hombre lleve al superhombre, lo que acontece por la voluntad de poder, siendo un producto de la libertad humana. Bajo este influjo están Marx y Engel.
6. El materialismo dialéctico  convierte la dialéctica de la idea del Hegel en dialéctica de la materia que se desarrolla mediante saltos cualitativos en formas superiores de manifestación y acción, siendo el hombre y su conciencia la forma suprema.
El materialismo histórico trata de explicar la historia de lo humano del siguiente modo: se parte de la base material de la vida, la economía, para llegar a la meta última, la sociedad sin clases por medio de la lucha de clases. El hombre es un conjunto de relaciones sociales, dentro de las cuales el individuo pierde relevancia.
Que el concepto de evolución haya tenido una interpretación materialista es un hecho, pero es posible entenderlo de otra manera, en un contexto espiritualista.
7. Evolucionismo cristiano. Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955) en el Fenómeno humano ha mostrado que es posible entender la evolución de modo espiritualista. Ha intentado describir el fenómeno humano en el marco de la evolución de la vida. Este ha sido su gran aporte.
8. Existencialismo.  Implica poner la atención en el hombre concreto. Los precursores han sido Blas Pascal (1623-1662), para quien el corazón podía tener razones que la razón no entendía. Sören Kierkegard (1813-1855), fundador de la filosofía existencialista, se interesa por la existencia, el individuo humano concreto en la totalidad de su experiencia personal. Cuando el hombre examina esa existencia concreta cobra conciencia de su impotencia y lo embarga la angustia. Hay que desconfiar tanto de sí que se haga necesario confiar en Dios. De aquí que el hombre es «una existencia delante de Dios».
F. Nietzsche cree, por el contrario, que la vida debe ser exaltada, lo que no hace el cristianismo; la vida lo es todo, el alma es nada.
8. La filosofía vitalista de Henri Bergson (1859-1941). La realidad viva no se capta racionalmente, hay que sentirla y penetrarla por medio de la intuición. En esta línea es importante el alemán W. Dilthey (1833- 1911), quien hizo la distinción entre ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu, distinguía entre «explicar» y «entender». Le siguen Ludwig Klages y Max Scheler.
9. En la filosofía existencialista el concepto de existencia humana concreta es lo importante, se capta desde la inmediatez personal a través del análisis existencial. Lo que aparece es la finitud y la contingencia del hombre (Kierkigard, Heideger), el fracaso (Jasper), el ser para la muerte (Heideger), así se descubre la inutilidad de la existencia humana (Sartre).
Los filósofos cristianos han visto elementos positivos: la esperanza, la confianza (Gabriel Marcel)
10. Personalismo. Pone de relieve la singularidad del ser personal y de las relaciones interpersonales. Se vincula con la filosofía existencialista de muchas formas. Sus representantes son Max Scheler, Ebner, Buber, A. Brunner, entre los alemanes; entren los franceses destaca E. Mouriier, Jasper y Gabirel Marcel. No ven al hombre aislado, sino como hombre en su mundo. E. Husserl habla del mundo vital. Heideger resalta el estar en el mundo como concepción fundamental de la existencia. El mundo se convierte en categoría antropológica. Pero el mundo del hombre es primordialmente un mundo personal, en el cual cada uno goza de singularidad e irrepetibilidad indeclinables. Así se capta la relación yo – tú, totalmente específica del hombre. Esta relación funda la dimensión social humana, originando «el nosotros».
Todo esto acontece en la historia. El mundo humano es un mundo histórico, es deber de cada uno hallar su lugar en la historia.
Autor: Jesús Rafael Martínez Guerrero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario